Ahora se analiza la propagación de la plaga al Parque de Picos de Europa
El moco de roca también llamado por los profesionales el "chapapote de León", ya ha llegado al río Esla, al Yuso, situado aguas arriba del embalse de Riaño y al río Orza en el límite con el Parque Nacional de Picos de Europa. Así lo confirman los agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León, que junto con los guardas de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) llevan semanas peinando los ríos leoneses para detectar la presencia de este alga invasora Didymosphenia geminata, especialmente dañina con las especies del medio acuático. Concretamente el río Esla está afectado a su paso por Lario; el Yuso, entre Boca de Huérgano y Barniedo de la Reina. Ahora se están tomando muestras para confirmar si el moco de roca ha llegado a los ríos del Parque Nacional aunque, de momento no hay confirmación, afirman los agentes medioambientales.
El río Yuso, Esla y Orza se suman de esta manera al río Porma, donde la pesca está prohibida desde el pasado 19 de mayo al haberse detectado días antes el moco de roca. La medida sobre el Pormaafecta y así se contempló en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) desde la minicentral de Cerecedo hasta la piscifactoría de Vegas de Condado.
Ante el temor de que el alga invasora se siga propagando por los ríos de la provincia de León, los agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León están informando a los pescadores, en los márgenes de los ríos, de la necesidad de extremar las precauciones para que la plaga no llegue a más cauces fluviales.
La peligrosidad del alga, confirman los agentes medioambientales, consiste en la proliferación rápida de la misma creando un manto que cubre todo el cauce del río, impidiendo o reduciendo la capacidad de regeneración de los macroinvertebrados con lo que la cadena de alimentación de los peces se ve afectada. Además el alga puede provocar la desaparición de algunos frezaderos por la ocultación de estos debajo del manto que se crea.
Las zonas afectadas por el chapapote de León tienen un color pardo amarillento y pueden alcanzar varios kilómetros. Al tacto son viscosas, informan los agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León y añaden que los daños no sólo afectan a la fauna acuícola, se ha comprobado la colmatación de estaciones de aforo, canalizaciones, filtros, tomas de agua...
El moco de roca fue descrito por primera vez en el año 1819 en las islas Faroe. Se ha detectado en Estados Unidos y Canadá y más recientemente se han dado casos en el continente europeo. En España se detecta en el año 2005 en la provincia de Huesca y posteriormente, tres años después, en el río Revinuesa de Soria.
En el caso de que se detecte este alga, las administraciones recomiendan ponerse en contacto con los agentes medioambientales de las oficinas comarcales, con la Confederación Hidrográfica del Duero o con el Instituto de Medio Ambiente de la Universidad de León.